
domingo, 27 de diciembre de 2009
Mafalda Despeinada

Hoy he aprendido que hay que dejar que la vida te despeine, por eso he decidido disfrutar la vida con mayor intensidad… El mundo está loco. Definitivamente loco… Lo rico, engorda. Lo lindo sale caro. El sol que ilumina tu rostro, arruga. Y lo realmente bueno de esta vida, despeina…
sábado, 26 de diciembre de 2009
Casa de Citas
Modesto ya propuso en el foro pollo la creación de una Casa de Citas. A mí me gustó especialmente la idea. De hecho, colecciono citas desde niña. De un tiempo a esta parte, he ido recopilando las que l@s poll@s habéis ido escribiendo en los correos. La idea es que vayáis añadiendo otras que os gusten...
miércoles, 16 de diciembre de 2009
participantes
los que figurais como participantes porque habeis respondido a la invitación, figuramos todos como administradores, con lo cual si pinchais en la parte de arriba del blog, donde pone personalizar, podeis aportar entradas, añadir secciones al blog, a modificar el diseño.
Se ruega respetar la regla de que las modificaciones sobre lo que otro haya hecho se consensuen con el autor, para que no se puedan perder aportaciones previas.
Se trata de bucear y aprender sobre la marcha, el caso es caminar. Pedro
Se ruega respetar la regla de que las modificaciones sobre lo que otro haya hecho se consensuen con el autor, para que no se puedan perder aportaciones previas.
Se trata de bucear y aprender sobre la marcha, el caso es caminar. Pedro
martes, 15 de diciembre de 2009
Mundo pollo
Para que veais que no somos tan originales, o visto mejor en positivo, que hay otros pollos en otros corrales, me he encontrado con otro blog que se llama "mundo pollo" y tiene un ramalazo parecido. Incluido me temo alguna pluma (la última excursión fue a Chueca). Visitarlo, por si puede ser interesante contactar y ampliar el corral.
viernes, 11 de diciembre de 2009
el pollo y el chivo por Nati
Queridos pollastres, medio pollo se ha tirado a la carretera, ascendido a la montaña axarquica para tener una unión autopoyetica con sus primos. campestres.Después de un ascenso muy ascendente, pero q muy ascendente q las plumas se nos han puesto to tiesas, hemos llegado ala sociedad, muy buen nombre si señor!, para un encuentro dentro de un espacio -tiempo-culinario-vinculitico. No nos ha faltao de ná, el de la cámara inmortalizadora,ays mi pollo-Tony q chica más popular!,si estimados pollos,q nos han inmortalizado, como gente importante q somos!.Saldremos en el programa jara y sedal, tierra y mar o quizá tecnopolis?Este último le va más a estos super pollostecnopolizados .Pos eso el señor Manolo de la
Sociedad, nos ha puesto ante nuestro pico un sabroso chivo, no expiatorio, q quita las tapaeras del sentío, verdad Fran?.
Pues nada estiraos la cresta de rabia cochina los q no habeis estado por q nos hemos jinchao de to,chivo , copa, puro......
Sociedad, nos ha puesto ante nuestro pico un sabroso chivo, no expiatorio, q quita las tapaeras del sentío, verdad Fran?.
Pues nada estiraos la cresta de rabia cochina los q no habeis estado por q nos hemos jinchao de to,chivo , copa, puro......
martes, 8 de diciembre de 2009
EL SERMON DOMINICAL DEL PADRE VICENT
MANUEL VICENT
La cabaña
MANUEL VICENT 12/04/2009
Dijo Pascal que todo lo malo que le había ocurrido en la vida se debía a haber salido de su habitación. Se trata de un pensamiento muy certero, porque, bien mirado, todos los problemas que uno arrastra a lo largo de los años se derivan del hecho de haber abandonado aquella cabaña que un día montó en el jardín cuando era niño. El mito de la cabaña sigue teniendo hoy una fuerza extraordinaria. No hay escritor, artista famoso, político, hombre de negocios o banquero sacudido por el estrés que no sueñe con retirarse durante un tiempo a vivir en una cabaña lejos del mundo. Existen cabañas de muchas clases, según el subconsciente de cada uno; las hay de indio apache, de pastor, de leñador del bosque, de pescador escandinavo, de expedicionario perdido en el desierto, de náufrago en una isla de los mares del sur. Otras adoptan la forma de castillo medieval, con almena o sin almena, recias e inexpugnables. En todos los parques públicos y en los jardines de infancia se montan cabañas para que los niños jueguen a esconderse o a protegerse de unos enemigos imaginarios. Algunas son muy lujosas, pero ninguna se parece a aquella tan maravillosa y rudimentaria que construimos, cuando éramos niños, con cuatro palitroques y una empalizada de cañas en el desván, en el patio o entre las ramas de un árbol. La seguridad que nos daba aquella cabaña se perdió junto con nuestra inocencia. Un día dejamos de jugar. A partir de ese momento quedamos desguarecidos, solos en la intemperie, lejos del mundo de los sueños, frente a unos enemigos reales. Es evidente que estamos rodeados de basura por todas partes. A cualquier hora del día nunca deja uno de ser agredido por la sucia realidad, por un acto de barbarie o de fanatismo. Pero existen seres privilegiados, que son capaces todavía de montar a cualquier edad aquella cabaña de la niñez en el interior de su espíritu para hacerse imbatibles dentro de ella frente a la adversidad. Si uno la mantiene limpia es como si estuviera limpio todo el universo; si en su interior suena Bach la música invadirá también todas las esferas celestes. Este reducto está al alcance de cualquiera. Basta imaginar que es aquella cabaña en la que de niños nos sentíamos tan fuertes.
La cabaña
MANUEL VICENT 12/04/2009
Dijo Pascal que todo lo malo que le había ocurrido en la vida se debía a haber salido de su habitación. Se trata de un pensamiento muy certero, porque, bien mirado, todos los problemas que uno arrastra a lo largo de los años se derivan del hecho de haber abandonado aquella cabaña que un día montó en el jardín cuando era niño. El mito de la cabaña sigue teniendo hoy una fuerza extraordinaria. No hay escritor, artista famoso, político, hombre de negocios o banquero sacudido por el estrés que no sueñe con retirarse durante un tiempo a vivir en una cabaña lejos del mundo. Existen cabañas de muchas clases, según el subconsciente de cada uno; las hay de indio apache, de pastor, de leñador del bosque, de pescador escandinavo, de expedicionario perdido en el desierto, de náufrago en una isla de los mares del sur. Otras adoptan la forma de castillo medieval, con almena o sin almena, recias e inexpugnables. En todos los parques públicos y en los jardines de infancia se montan cabañas para que los niños jueguen a esconderse o a protegerse de unos enemigos imaginarios. Algunas son muy lujosas, pero ninguna se parece a aquella tan maravillosa y rudimentaria que construimos, cuando éramos niños, con cuatro palitroques y una empalizada de cañas en el desván, en el patio o entre las ramas de un árbol. La seguridad que nos daba aquella cabaña se perdió junto con nuestra inocencia. Un día dejamos de jugar. A partir de ese momento quedamos desguarecidos, solos en la intemperie, lejos del mundo de los sueños, frente a unos enemigos reales. Es evidente que estamos rodeados de basura por todas partes. A cualquier hora del día nunca deja uno de ser agredido por la sucia realidad, por un acto de barbarie o de fanatismo. Pero existen seres privilegiados, que son capaces todavía de montar a cualquier edad aquella cabaña de la niñez en el interior de su espíritu para hacerse imbatibles dentro de ella frente a la adversidad. Si uno la mantiene limpia es como si estuviera limpio todo el universo; si en su interior suena Bach la música invadirá también todas las esferas celestes. Este reducto está al alcance de cualquiera. Basta imaginar que es aquella cabaña en la que de niños nos sentíamos tan fuertes.
domingo, 6 de diciembre de 2009
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